viernes, 8 de julio de 2011

La Izquierda que queda


Tras las recetas ocultas de Rubalcaba para crear empleo tras ocho años de gobierno y 5 millones de parados, los socialistas de Mallorca han sacado a pasear al gurú que llevan dentro. “La TV de Mallorca crea empleo para más de 1.200 personas” ha espetado su portavoz.
Pues bien, habida cuenta de tan abrupta consideración, el silogismo lleva pensar que bastaría con crear 60 televisiones públicas para acabar con el paro que, ellos mismos, han dejado como herencia a los mallorquines tras cuatro años de gobierno.
La socialdemocracia ha cambiado votos por prestaciones, por intereses particulares, lo que supone una corrupción del sistema que pregona mayor bienestar para el mayor número.
Tales son las consideraciones de los que, desnortados, entre riñas internas y solapamientos con el 15M, buscan desesperadamente soluciones a sus preguntas. Las políticas socialdemócratas, en retroceso en España y Europa, tras 40 años e éxitos, han entrado en una crisis moral y material evidente. Tras su fracaso, se provocan diversas reacciones: situaciones de bloqueo, enfrentamientos internos, la reorientación del impulso revolucionario a los nuevos tiempos y la adopción de esquemas ideológicos premarxistas. No nos engañemos, el uso de la violencia para provocar cambios sociales ha estado vinculada históricamente con la izquierda, con la izquierda arrinconada.
Ahora toca abordar qué debe ser el Esto del bienestar en el segundo milenio. No se trata de quitar servicios públicos necesarios para el bienestar, sino en pensar en redefinir qué estado de bienestar nos podemos permitir: éste es el debate del momento. No cabe otra alternativa para el Sector Público que saber qué se hace, medirlo, para poder evaluar el impacto de las políticas aplicadas. Buscar modelos de gestión cercanos a resultados medibles, huyendo de la dejación ye irresponsabilidad de los que han caracterizado la gestión éstos últimos cuatro años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario