martes, 6 de octubre de 2009

ALEGRÍA

La alegría es la consecuencia, a menudo, de una satisfacción intangible. Son las situaciones, en las que el ser humano cree haber alcanzado un ideal, las que proporcionan felicidad. Ya sea estrenando el último deportivo, bien ayudando en un barrio marginal a los más necesitados a sobrevivir. Múltiples son las fuentes que hacen fluir el bendito sentimiento, tantas como dichosos. Las manifestaciones de la alegría constituyen un muestrario inabarcable de sensaciones que confluyen en bienestar para el que la siente.
De entre todas las miserias que trae una crisis económica, la pérdida de la alegría es una de las más devastadoras. Tras años de prosperidad merecida, nuestro país está sumido en la tristeza, en la apatía. El español, que tiende a atenderlo todo, se queda como desamparado cuando las cosas no fluyen. Somos un pueblo temperamental. Una colectividad de manos dispuestas. Es por lo que, si no hay una empresa, si no se prepara un ideario, queda Juan Nadie desasistido, porque nadie le llama. Así se sienten una generación de jóvenes españoles: desatendidos, olvidados. Créanme, los mismos que dieron el sí del setenta y ocho constituyente, siguen hoy, en estos nuevos tiempos, regidos por la vieja política. No me refiero al revanchismo guerracivilista, ni siquiera a la fácil distinción de izquierdas o derechas que el célebre Ortega enunciara como “dos maneras de llamarle a uno imbécil”.
Hoy, la política discurre por otros derroteros. Es una aproximación a lo real desde el ideal. Nada es blanco o negro y en nada ayuda asistir a la permanente confrontación enrocada entre los principales partidos del elenco parlamentario. Ahora las realidades, todas, son retos. Conviven los que repudian a los extranjeros por tener prioridad en una plaza escolar al tiempo que su madre sea atendida diariamente por uno de ellos, la madre acomodada que socialmente repudia la píldora del día después y esa misma noche paga el aborto de su hija, el chaval que vive en una cómoda zona residencial con sus papás y lidera un movimiento revolucionario contra la globalización mientras ve un gran TV con la MTV mientras degusta una coca-cola. El mundo es complejo y ha cambiado.
Hemos cambiado, pero el elemento esencial de alejamiento en la tarea de todos, que es la de convivir en sociedades civilizadas y aspirar al bienestar de la mayoría, a una economía que permita prosperar y dotarnos de un elemento de estabilidad política institucional, ya parece que no importa. Nadie se siente llamado, a nadie atañen los discursos vacíos y repetitivos. Ellos y nosotros, esa es la radical distinción.Aquí y ahora, los apolillados destiladores de la desidia y la falta de entusiasmo deben saber que tienen la obligación de caminar, de caminar o rendirse. Porque existe una generación comprometida que no quiere sentarse al borde del camino de su historia. Que siente que nadie la llama para una gran empresa, para un firme propósito alegre que empiece hoy, con un paso, con una mano tendida. No prescindiremos del pasado, pero debemos construir el futuro sin descanso. Hemos aprendido que sólo en el Diccionario éxito viene antes que sacrificio y trabajo, somos la generación más preparada de la historia. No nos resignamos a ver una España más próspera, no nos rendimos a acabar de una vez por todas con el terrorismo, no nos avergonzamos de tener una historia común: España, no tememos al futuro, ni a los poderosos, porque nada les debemos. La generación que viene, llegará, no será un camino fácil sino doloroso. Quizá Beethoven tuvo una visión que inspiró Schiller, una visión que hoy da música al himno de Europa, es´el cuarto movimiento de su novena sinfonía, que el genial músico titulo originalmente “ A la alegría por el dolor” y que hoy se conoce popularmente como el himno de la alegría, u Oda a la Alegría.

1 comentario:

  1. Apreciado Oscar,...
    Un gran trabajo, de sintesis,..., de un sentimiento compartido por muchos, aquellos que la desidia, el conformismo, la falta de principios y razones les produce reacciones alérgicas. Aquellos que se sienten como muy bien dices bajo los efectos de la pérdida de la alegría,...
    Animarte a seguir escribiendo,..., sobretodo me gusta la coincidencia con mi aniversario,. un articulo que sin duda,.. comparto en alto grado,...
    Un abrazo,...

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