sábado, 23 de julio de 2011

Reformismo no es Oportunismo


La cortesía política y las buenas costumbres han querido que, sea uso habitual por parte de quien deviene oposición, conceder un periodo de gracia al nuevo gobierno que, tras unas elecciones, accede al ejercicio del poder público.
Tras la mayoría del Partido Popular en Baleares, es notorio que ésta circunstancia graciosa, no se ha producido. Cierto es que, las actuales y excepcionales circunstancias, hacen que por parte de los vecinos se exija especial inmediatez en el cambio. La izquierda balear no tiene, definitivamente sus esfuerzos puestos en las soluciones, sino en las próximas elecciones.
Tras cuatro años de infraestructuras silenciosas e invisibles, la herencia envenenada de una deuda histórica en el archipiélago, los ciudadanos se preguntan: ¿Dónde está el dinero?. Los mismos que han generado la deuda, el mismo PSOE que ahora deniega el crédito y solicita el saneamiento que obvió hasta hace tres meses, es ahora el que exige explicaciones. Quizá no son conscientes que, las explicaciones, acaso, deberían facilitarlas ellos.
En apenas un mes como Presidente, Bauzá ha hecho más por Baleares que el Pacte en cuatro años de Gobierno: ahorrar 42 millones de €. Si consultamos la hemeroteca, observaremos que los que critican al nuevo Govern tardaron tres meses en tomar su primera decisión. ¿Adivinan cuál fue?. La paralización de las obras de Son Espases que supuso un sobrecoste de 96,9 Millones de euros. La paralización no fue más que un gesto que acabó por caer en orden al sentido común.
“No hemos venido a llorar, sino a trabajar y arreglar lo que otros hicieron mal” ha sentenciado Bauzá. El Gobierno de Bauzá tiene un cariz eminentemente reformista, y el reformismo no es oportunismo o maquillaje inmediato, sino reflexión sosegada, para transformar y adaptar Baleares a una nueva realidad cambiante. Reformismo es liderar el cambio mediante la acción, anticiparse, para no ir a remolque de las circunstancias.

viernes, 8 de julio de 2011

La Izquierda que queda


Tras las recetas ocultas de Rubalcaba para crear empleo tras ocho años de gobierno y 5 millones de parados, los socialistas de Mallorca han sacado a pasear al gurú que llevan dentro. “La TV de Mallorca crea empleo para más de 1.200 personas” ha espetado su portavoz.
Pues bien, habida cuenta de tan abrupta consideración, el silogismo lleva pensar que bastaría con crear 60 televisiones públicas para acabar con el paro que, ellos mismos, han dejado como herencia a los mallorquines tras cuatro años de gobierno.
La socialdemocracia ha cambiado votos por prestaciones, por intereses particulares, lo que supone una corrupción del sistema que pregona mayor bienestar para el mayor número.
Tales son las consideraciones de los que, desnortados, entre riñas internas y solapamientos con el 15M, buscan desesperadamente soluciones a sus preguntas. Las políticas socialdemócratas, en retroceso en España y Europa, tras 40 años e éxitos, han entrado en una crisis moral y material evidente. Tras su fracaso, se provocan diversas reacciones: situaciones de bloqueo, enfrentamientos internos, la reorientación del impulso revolucionario a los nuevos tiempos y la adopción de esquemas ideológicos premarxistas. No nos engañemos, el uso de la violencia para provocar cambios sociales ha estado vinculada históricamente con la izquierda, con la izquierda arrinconada.
Ahora toca abordar qué debe ser el Esto del bienestar en el segundo milenio. No se trata de quitar servicios públicos necesarios para el bienestar, sino en pensar en redefinir qué estado de bienestar nos podemos permitir: éste es el debate del momento. No cabe otra alternativa para el Sector Público que saber qué se hace, medirlo, para poder evaluar el impacto de las políticas aplicadas. Buscar modelos de gestión cercanos a resultados medibles, huyendo de la dejación ye irresponsabilidad de los que han caracterizado la gestión éstos últimos cuatro años.