lunes, 31 de mayo de 2010

Levanta España!!

Que nos gobiernen los filósofos, espetaba Platón. Yo, como Ortega, no aspiro a tanto, únicamente aspiro a que no nos gobiernen los menos capaces. Que España está en crisis no es una noticia original, la abulia política no queda atrás y la esperanza en un futuro inmediato no se atisba en el horizonte del español medio, luego hay oscuridad.

La profesión política tiene éstas cosas, una palabra del legislador-político de turno y miles de personas a "bailar el agua". Ése es precisamente el mandato representativo de nuestro sistema parlamentario, que adolece a juicio de la opinión pública. de un problema de concepción de la realidad. La clase política española bien merece una regeneración. Fíjese el avezado en que, los mismos que en su día firmaron las Cortes Constituyentes del 78, los mismos que gobernaron las riendas del futuro ibérico son hoy los que toman las decisiones. Existe una falla entre la España real y la España oficial, que no se ve, que no se mira en su clase política.

La despreocupación del "todos son iguales" nos trae a colación, también, un elemento más generador de desconfianza. La política o cambia las cosas o no es política. Y vaya que si han cambiado las cosas desde el zapatazo de 2004. Y es que la falta de conciencia cívica, la carestía de sentimiento crítico, la facilidad de la televisión ha hecho que este "de abrazo en abrazo, de risa en risa" del gobierno socialista que cantara el gran Julio, sea una imagen fiel de las consecuencias de la delegación total hacia la postura maquiavélica de la incompetencia.

La sociedad civil española es mucho más capaz que sus gobernantes, los profesionales jóvenes son los que poseen la mayor preparación de la historia de nuestro país. No es fácil animarse y dedicarse a la cosa pública: judicialización, guerra sucia, incompetencia a raudales, mala imagen...Cómo van a valorarse las virtudes de aquellos que, como decía Benini, se dedican al oficio de Dios....servir a los hombres.

Audacia, obstinación y renovación son las herramientas del progreso social. El sistema publico administrativo español necesita reformas y jamás hemos conocido mejor sistema para entendernos que ésta democracia, digan lo que digan. Democracia sí, pero con cauces de control, con implicación y eficiencia. Nunca tan pocos habían hecho tanto daño a tantos...

Pero la oscuridad de la noche sólo nos recuerda que, más temprano o más tarde, alcanzaremos la luz del día y de un nuevo amanecer. Levanta España!!!