jueves, 9 de diciembre de 2010

LA ALARMA ES QUE ZAPATERO SEA PRESIDENTE


Si uno se anticipa a las posibles contingencias que pueden suceder, esto es, intenta vivirlas como si en realidad estuviesen sucediendo, cuando llegan los problemas está mejor preparado para hacerles frente. El cierre del espacio aéreo español por el Gobierno de España, y el decreto de medidas de militarización, de escasa legalidad, han sacudido estos días el panorama internacional. Y es que “Spain is different”.
Es evidente el error cometido por los controladores, los perjuicios irrogados a más de seiscientos mil viajeros y el golpe a nuestra imagen tendrá nefastas consecuencias en el futuro. Pero Aena ( con los gobiernos socialistas existe una deuda de 13.000 Millones de €, que cuesta 800.000€ mensuales de intereses) y el Gobierno de Zapatero son corresponsables.
Igualmente, pasado el caos, habrá que exigir muchas explicaciones. Empezando por la dudosa legalidad de la proclamación del Estado de Alarma por primera vez en la historia de España cabe hacerse una serie de consideraciones que extraigo literalmente de D. Luis del Pino. Éstas son las preguntas que, como mínimo debería aclarar Zapatero:
1. Teniendo en cuenta que el conflicto parecía normalizado desde hacía meses, ¿por qué el gobierno impone por decreto el viernes nuevos recortes a los controladores, provocando así la reapertura del conflicto?
2. ¿Por qué hace eso el Gobierno precisamente en vísperas del puente más importante del año, en lugar de esperar cuatro días?
3. ¿Con qué derecho obliga el Gobierno a los controladores, al aprobar ese decreto, a recuperar sin cobrar las horas de baja laboral, las horas sindicales e incluso las horas de baja maternal?
4. ¿Es verdad, como denuncian los afectados, que el problema reside en que la mayoría de los controladores han agotado ya las 1680 horas que marcó el gobierno hace meses y que, al no estar autorizada la realización de horas extraordinarias, nuestros aeropuertos se iban a quedar a fin de año sin controladores, por la incompetencia, la desidia y la prepotencia del Gobierno?
5. ¿Con qué derecho recurre el Gobierno a un decreto para recortar derechos laborales que están garantizados por Ley Orgánica?
6. ¿Disponía el Gobierno de información previa de la que pudiera deducirse cuál iba a ser la reacción de los controladores al decreto?
7. Ante el plante ilegal de los controladores en respuesta a su decreto, ¿por qué el Gobierno no recurre a su despido inmediato, que hubiera sido la medida lógica, y en lugar de ello recurre a su militarización?
8. ¿Por qué el Gobierno no ha procedido a contratar nuevos controladores en los últimos meses, teniendo en cuenta el conflicto latente, y ha mantenido constante la plantilla?
9. Si es verdad que los controladores españoles son unos privilegiados, que cobran mucho más de lo que deben, ¿cómo es posible que el Gobierno no haya podido reclutar, en todo este tiempo, unos cuantos centenares de controladores extranjeros que trabajen por menos dinero?
10. Ante el plante ilegal de los controladores el viernes, que provocó el cierre del espacio aéreo, ¿por qué no se hicieron cargo de las torres de control los controladores militares?
11. ¿Es verdad, como denunciaba ayer El Confidencial Digital, que el Ministerio de Defensa dejó que el pasado 17 de octubre venciera el plazo de renovación de la licencia europea de los controladores militares y que, por tanto, nuestros controladores militares no pueden, según las normas vigentes, hacerse cargo de las torres de control de los aeropuertos civiles?
12. ¿Por qué se dejó caducar esa licencia, poniéndose así el Gobierno todavía más en manos de los controladores?
13. Ante el plante ilegal de los controladores, ¿por qué el Gobierno lleva a cabo su militarización, pudiendo haber incurrido en inconstitucionalidad, tal como denuncia hoy elconfidencial.com, ya que la Constitución establece que la jurisdicción militar sólo puede aplicarse a civiles cuando hay un estado de excepción, que no se ha decretado?
14. Habiendo decretado la militarización de los controladores, ¿por qué el Gobierno, contraviniendo sus obligaciones legales, no les aplicó inmediatamente las penas que prevé la justicia militar, dado que los controladores continuaron sin acudir a sus puestos de trabajo, tal como pregunta hoy Oscar Elía Mañú en La Gaceta?
15. En vista del fracaso del decreto de militarización, ¿por qué el Gobierno decreta el estado de alarma de manera ilegal, tal como denunciábamos ayer en Libertad Digital?
16. ¿Acaso ignora el Gobierno que el de alarma es un estado reservado a catástrofes naturales, a crisis sanitarias y a situaciones de desabastecimiento de productos de primera necesidad, pero nunca a simples conflictos laborales o situaciones de desórdenes públicos, tal como se recoge en un informe del ex-presidente del Tribunal Constitucional, Pedro Cruz-Villalón, al que hoy hace referencia el periódico ABC?
17. Teniendo en cuenta que es la primera vez que se toma en nuestra democracia la gravísima medida de decretar el estado de alarma, ¿por qué el correspondiente decreto no está firmado por el Presidente del Gobierno y es, en su lugar, el Ministro de la Presidencia, Jáuregui, el que lo firma?
18. ¿Por qué el señor Zapatero no ha participado en ninguna de las comparecencias públicas para dar cuenta de la instauración del estado de alarma y de los resultados de esa instauración?
19. Si el espacio aéreo ya se ha reabierto, ¿qué motivos hay para mantener el estado de alarma y - como insinuó ayer el señor Rubalcaba - para plantearse el pedir al Congreso una medida tan grave como es su prolongación hasta pasadas las Navidades?
20. ¿Qué opina el señor Zapatero del hecho de que la principal consecuencia institucional de la instauración del estado de alarma sea que se le retira al Presidente del Gobierno la capacidad de disolver las Cortes y convocar elecciones anticipadas, mientras ese estado de alarma dure?
Y es que, desde hace ya demasiado tiempo, el principal problema es que hemos perdido la capacidad de sorpresa. Diariamente esperamos una noticia singular y hemos llegado al extremo de considerar que con este Gobierrno puede ocurrir cualquier cosa, cualquier día, no hay más estado de alarma que el de España con Zapatero como presidente.

lunes, 29 de noviembre de 2010

ES EL CENTRO...IMBÉCILES!!


Un sabio dijo en un a ocasión que todos los gobiernos mueren por la exageración de sus principios. La debacle del tripartito en Cataluña, no hace sino confirmar éste extremos. Tras el general retroceso de la izquierda a nivel europeo, comienza a vislumbrarse un cambio en España.
Ha quedado demostrado que los ciudadanos europeos no ven a la izquierda capacitada para acometer los cambios imprescindibles para ganar a la crisis.
En definitiva: se huye de los extremos. Las virtudes identitarias, las aventuras de exaltación de los extremos, del discurso vacío....han quedado en evidencia. La opción razonable, la que ahora se impone, la que impera, es la moderación, el moderantismo, en conclusión: el centro político.
Mas, gobernará sin pactar hasta las próximas elecciones generales, y ello porque éste espacio le proporciona una atalaya desde la que decidir, en parte y probablemente, el próximo Gobierno de España. El histórico ascenso del Partido Popular y el descalabro del PSC, dan una idea de lo que parece una hoja de ruta para Zapatero.
In medio virtus, que dijera Aristóteles. El medio entendido no como punto equidistante entre los extremos, o como posición estratégica que se diluye, sin principios o postulados elementales. Se trata del triunfo de aquel medio que explicaba el profesor Eugenio Trías cuando explicaba a su auditorio, sosteniendo un lápiz en la mano: “el medio no es éste punto-señalaba el medio del lápiz, horizontalmente- que dista igual de la derecha o de la izquierda, el medio- y entonces ponía el lápiz en posición vertical y señalaba la punta- es éste extremo, el punto más elevado, el origen de la excelencia”. Eso es precisamente lo que trata de encontrar el votante medio, perdido en la mediocridad de los líderes políticos al uso.
Debemos encontrar las virtudes que nos acompañen en el camino de la recuperación, de la renovación de la ilusión, de la recompensa al sacrificio y al esfuerzo de las gentes honorables que componen éste país. Decía Platón que quería que gobernasen los filósofos, y el gran Ortega apostillaba “yo no pido tanto, tan sólo pido que nos gobiernen los mejores”

sábado, 6 de noviembre de 2010

LIDERANDO EL CAMBIO


El profesor John Kotter, reconocido por su ingente labor en la Escuela de Negocio de la prestigiosa universidad de Harvard, ha estudiado el cambio en las organizaciones. Desde su estudio en el 95´"LEading Change" (Liderando el Cabio), hasta su más reciente " A Sense of Urgency" (Un sentido de Urgencia), ha tratado de demostrar que, en un entorno permanentemente cambiante, sólo sobrevien laas Organizaciones que se adaptan. Aquellos que mediante un honesto y riguroso análisis, se plantean cuál es el verdadero destino de sus actuaciones. La colaboración, el esfuerzo y sacrificio y el horizonte de la virtud, no sólo es patrimonio de los que prosperan, sino de un modelo de actitud permanente hacia el cambio. Un cambio liderado en un entorno global, transparente y audaz. El tema no es sencillo y, tras un estudio de lo dispuesto por el famoso profesor, creo que puedo ofrecer un "digno" esbozo de sus tesis.Para liderar el cambio propone Kotter, en resúmen, éstos cinco pasos:

Paso 1: Hay que crear sentido de urgencia
Para que ocurra el cambio, es esencial que toda la organización realmente lo desee. Que desarrolle un sentido de urgencia alrededor de la necesidad de cambio. Lo puede provocar un despertar, que es la motivación inicial para lograr un movimiento.
Esto no es simplemente mostrar una estadística de logros de personas mediocres o hablar de la creciente competencia. Significa abrir un diálogo honesto y convincente acerca de lo que está pasando en la sociedad, en su entorno y con su competencia. Si mucha gente empieza a hablar acerca del cambio que propone, la urgencia puede construirse y alimentarse a sí misma.

Qué hay que hacer?:

•Identificar potenciales amenazas y desarrollar escenarios que muestren lo que podría suceder en el futuro.
•Examinar oportunidades que deben ser, o podrían ser explotadas.
•Iniciar debates honestos y dar razones convincentes para hacer a la gente pensar y hablar.
•Solicitar el apoyo de clientes para reforzar sus argumentos.
Kotter sugiere que, para que el cambio ocurra con éxito, el 75% de los directivos de la organización deben “comprar” el cambio. En otras palabras, deben trabajar duro en este primer paso e invertir mucho tiempo y energía en la construcción de una urgencia. Todo, antes de pasar al siguiente paso. Que no haya pánico y no sobrevenga un gran salto, por no correr el riesgo de nuevas pérdidas a corto plazo.

Paso 2: Debemos formar una poderosa coalición
Convencer a la gente de que el cambio es necesario. Esto a menudo implica un fuerte liderazgo y soporte visible por parte de gente clave dentro de la organización. Gestionar el cambio no es suficiente. También hay que liderarlo.
Puedes encontrar líderes del cambio dentro de la empresa. Para liderar el cambio,se debe reunir una coalición o equipo de personas influyentes, cuyo poder proviene de una variedad de fuentes, incluyendo los puestos que ocupan, status, experiencia e importancia política.
Una vez formada, la “coalición” se necesita trabajar como equipo, en la continua construcción de la urgencia y del impulso en torno a la necesidad del cambio.

Qué hay que hacer?:

•Identificar los verdaderos líderes de LA organización
•Pedirles un compromiso emocional
•Trabajar en equipo en la construcción del cambio
•Identificar áreas débiles dentro del equipo y asegurarse de que se tiene una buena mezcla de personas de diferentes departamentos y diferentes niveles de la organización.

Paso 3: Es imprescindible crear una visión para el cambio.
Al empezar a pensar en un cambio, probablemente habrá muchas grandes ideas y soluciones dando vueltas. Es necesario vincular esos conceptos con a una visión general que la gente pueda entender y recordar fácilmente.
Una visión clara puede hacer entender a todos el por qué se está pidiendo que hagan algo. Cuando las personas ven por sí mismas lo que están tratando de lograr, las directrices que les son dadas cobran más sentido.

Qué hay que hacer?:


•Determinar los valores que son fundamentales para el cambio
•Elaborar un breve resumen que capture “lo que ve” como futuro la organización
•Crear una estrategia para ejecutar esa visión
•Asegurarse de que la coalición pueda describir la visión en 5 o menos minutos
•Practicar la “declaración de la visión“ a menudo.


Paso 4: La necesariedad de comunicar la visión
Lo que se haga con la visión después de crearla determinará su éxito. El mensaje posiblemente encuentre fuertes competencias en las comunicaciones diarias dentro de la organización, por lo que se debe comunicar frecuentemente y con fuerza, e incluirla dentro de todo lo que se haga.
No hay que limitarse a llamar a reuniones extraordinarias para comunicar la visión. Hay que hablar de la visión cada vez que se pueda. Usar diariamente la visión para tomar decisiones y resolver problemas. Cuando se mantenga "la visión" fresca en la mente de todos, recordarán la visión y actuarán en respuesta a ella.
También es importante “caminar el discurso”. Lo que se hace es mucho más importante – y creíble – que lo que se dice. Demuestrar el tipo de comportamiento que se espera de los demás.

Qué hay que hacer?:

•Hablar a menudo de la visión de cambio.
•Responder abierta y honestamente a las preocupaciones y ansiedades de la gente.
•Aplicar la visión en todos los aspectos operativos, desde el entrenamiento hasta la evaluación de la performance. Vincularlo todo a la visión.
•Predicar con el ejemplo.
Paso 5: Eliminar los obstáculos
Si se siguen estos pasos y se llega a este punto en el proceso de cambio, es porque se ha hablado de la visión y se ha conseguido la suscripción a la vinculación que entraña desde todos los niveles de la organización. Con un poco de suerte, la gente querrá ocuparse del cambio, trabajar a su servicio, y conseguir los beneficios que se han estado promoviendo.
Pero, ¿hay alguien que se resista al cambio? ¿Existen procesos o estructuras que aparecen como barreras en el camino?

Entonces hay que poner a trabajar la estructura para el cambio y comprobar constantemente las barreras que existen. La eliminación de los obstáculos puede potenciar a las personas que se necesitan para ejecutar la visión, aí como ayudar a avanzar en el cambio.

Qué hay uqe hacer?:

•Identificar y contar con personas nuevas que sean líderes del cambio y cuyas funciones principales sean construir el cambio.
•Analizar la estructura orgánica, puestos, y sistemas de recompensas para asegurarse de que están en consonancia con la visión establecida.
•Reconocer y recompensar a la gente que trabaja para el cambio.
•Identificar a las personas que se resisten al cambio y ayudarles a ver que lo necesitan.
•Adoptar medidas para eliminar las barreras (humanas o no).

Paso 6: Hay que asegurarse triunfos a corto plazo.

Nada motiva más que el éxito. Hay que ofrecer a la Organización el sabor de la victoria en una fase temprana del proceso de cambio. Dentro de un breve período de tiempo (que podría ser un mes o un año, dependiendo del cambio), la "organización de la visión" va tener que lograr resultados palpables por su gente. De otra manera, la gente crítica y negativa podría dañar peligrosamente el proceso.

Hay que crear metas a corto plazo y no solamente un objetivo a largo plazo. Hay que vislumbrar que cada pequeño logro es posible, con poco margen para el fracaso. El equipo de trabajo para el cambio deberá trabajar muy duro para llegar a los objetivos pero, cada “victoria“ a corto plazo puede ser muy motivadora para todo el equipo.

Qué hay que hacer?:

•Buscar proyectos de éxito asegurado, que puedan implementarse sin la ayuda de aquellos que sean críticos con el cambio.
•No elegir metas tempranas que sean costosas. La "organizaci´n del cambio" debe procurar poder justificar la inversión en cada proyecto.
•Analizar cuidadosamente los pros y contras de cada proyecto. Si no se tiene éxito en la primera meta, éstos pueden dañar la iniciativa del cambio.
•Reconocer el esfuerzo de las personas que ayudan a alcanzar los objetivos.

Paso 7: No dejar de construir sobre el modelo de cambio
Kotter sostiene que muchos proyectos de cambio fallan porque se declara la victoria muy tempranamente. El cambio real lo es de manera profunda. Las victorias tempranas son sólo el comienzo de lo que se necesita hacer para lograr los cambios a largo plazo.
El lanzamiento de una nueva idea o proyecto utilizando un sistema completamente nuevo está muy bien. Pero si pueden lanzar 10 proyectos o ideas nuevos, eso significa que el nuevo sistema funciona. Para llegar a esa décima victoria, es necesario seguir buscando mejoras, optimizaciones.

Cada victoria proporciona una oportunidad para construir sobre lo que salió bien y determinar qué se puede mejorar.

Qué hay que hacer?:

•Después de cada victoria, analizar qué salió bien y qué se necesita mejorar.
•Fijarse más metas para aprovechar el impulso que ha logrado.
•Aprender sobre Kaizen (Kai=acción de enmendar, Zen=beneficioso, del Japonés. Vinculado a la idea de producción industrial japonesa emprendida por la Corporación Toyota), la idea de la mejora continua.
•Mantener ideas frescas sumando más agentes y líderes del cambio, ganando aliados.

Paso 8: Anclar y sustentar el cambio en la cultura de la Organización.

Por último, para lograr que cualquier cambio sustancial, éste debe formar parte del núcleo de la organización. La cultura corporativa a menudo determina qué hacer, por lo que los valores sustentadores de la nueva visión deben mostrarse en el día a día.
Hay que hacer que los esfuerzos continuos para garantizar el cambio se vean en todos los aspectos de la organización. Esto ayudará a conferir un sólido emplazamiento para el cambio en la cultura de la organización.

También es importante que los líderes de la Organización sigan apoyando el cambio. Esto incluye al grupo humano constitutivo, a los presentes y los nuevos líderes que vayan sumándose. Si se pierde el apoyo de éstas personas, podría terminarse donde se empezó.

Qué hay que hacer?:

•Hablar sobre los avances cada vez que se dé la oportunidad. Hay que difundir historias de éxito sobre procesos de cambio, y repetir otras historias cercanas de éxito.
•Incluir los ideales y valores del cambio cada vez que incorpore e instruya a gente nueva.
•Reconocer públicamente a los principales miembros de la coalición del cambio original, y asegurarse de que el resto del equipo - nuevos y viejos - se acuerden de sus contribuciones.
•Crear planes para sustituir a los líderes principales del cambio, a medida que éstos se vayan. Esto ayudará a asegurar que el legado no se ha perdido u olvidado.

Puntos claves:

Hay que trabajar duro para cambiar con éxito a una organización. Cuando se planea cuidadosamente y se construya un buen fundamento, la aplicación del cambio podrá ser mucho más fácil, y se podrá mejorar las posibilidades de éxito. Si se genera impaciencia, y si se esperan resultados demasiado pronto, es más probable que se fracase.

Hay que crear un sentido de urgencia, atraer a influyentes líderes por el cambio, construir una visión y comunicarla de manera eficaz, eliminar los obstáculos, crear triunfos a corto plazo, y construir sobre el cambio. Si se hacen estas cosas, puede ayudarse a hacer del cambio, parte de la cultura organizacional. Ahí es cuando se puede declarar una verdadera victoria.

"El tigre" G.W. Clemenceau, dijo en una ocasión "hay que saber lo que se quiere, cuando se quiere hay que tener el valor de decirlo y, cuando se dice, es menester tener el coraje de realizarlo". Amén

miércoles, 13 de octubre de 2010

LOS AMOS DE SU DESTINO, CAPITANES DE SU ALMA



Han sido semanas vibrantes. Llenas de incertidumbre, noticias y titulares. Un grupo de treinta y tres mineros quedaron atrapados el siete de agosto de dos mil diez, en la chilena localidad de San José a más de setecientos metros de profundidad.
Se les dio por fallecidos aunque, gracias a la nota de José Ojeda que anunciaba su supervivencia, se generó gran expectación.
El Presidente de Chile tuvo entonces la determinación de rescatarlos. Ha trascendido que, algunos ministros, aconsejaron al presidente Sebastián Piñera que desistiera del intento: que podría dañar su imagen si no prosperaba, que era muy incierto que sobreviviesen a tales profundidades, que todo estaba perdido. En aquellos momentos surgió la audacia de la esperanza.
Hace ya cinco siglos que un español fue a ver a varios reyes anunciando el descubrimiento del Nuevo Mundo, meses después, el 12 de octubre de 1492, Colón descubría América.
Cuando en mil novecientos sesenta y uno, John F. Kennedy anunció “Creo que esta nación debería comprometerse, antes del fin de la década, a conseguir el objetivo de poner un hombre en la Luna y hacerlo regresar seguro a la tierra", se anunció una visión audaz e ilusionante. Miles de personas se pusieron a trabajar con aquella filosófica aparición del hombre en la luna, de la conquista del espacio. Ocho años más tarde, lo consiguieron.
La determinación, el coraje, la audacia y el empeño de la esperanza han hecho que todo un país haya trabajado para la liberación de los mineros. Es una hazaña para la historia. Nunca antes más de treinta hombres habían sobrevivido en situación parecida, en una cámara minúscula, casi dos meses a setecientos metros bajo tierra.
Miles de personas han trabajado día y noche, se han aunado esfuerzos, recogido ideas e iniciativas de Canadá, de los Estados Unidos, de la NASA, de médicos e ingenieros.
Los principios hicieron que Piñera renunciara al temor y abrazara la determinación de salvar a los treinta y tres. Hoy los ha abrazado uno a uno y ha prometido reformas laborales y técnicas a los mineros chilenos.
Ha rezado con ellos, ha gritado y abrazado a los familiares y ha hecho realidad la vida para los treinta y tres hombres y sus familias. Ha cumplido.
Esta historia es la prueba que cuando existen principios y valores morales, cuando se trabaja conjuntamente por un sueño sin descanso, cuando el objetivo es digno, no existen límites para el hombre.
Parece casualidad que el primer hombre fuera rescatado coincidiendo con la fecha en que se descubrió América, día de la Hispanidad. Ha querido la caprichosa naturaleza decir por la consecución de los hechos, que son más las cosas que nos unen que las que nos separan. Que las dificultades lo son menos si son compartidos los esfuerzos, si juntos trabajamos por un proyecto ético y justo. Que como dijo G.B. Shaw del hombre “soy el amo de mi destino, el capitán de mi alma”.
Que Dios los bendiga.

UTILITARISMO ÉTICO



La ciencia política ha desarrollado talentos que, repasados con el prisma de los años, han concluido en graves desagravios y decepciones, miseria y conflicto. Desde que F. Revel anunciara que la primera de las fuerzas que mueve el mundo es la mentira, y el libro negro nos desvelara las barbaries cometidas en nombre del interés general, han trascendido los partidos y los líderes, las esperanzas y las culpas.
Tras el descubrimiento de la gran mascarada de la izquierda, que prometió el ideal de un hombre que siempre está por llegar, se auspició la denominada tercera vía, o la reinvención de la historia del republicanismo cívico de Petit y John G.A. Pocock. Pero la crisis apareció y no sólo se consiguieron mayores libertades y avances, sino más miseria, menor libertad y, en definitiva, menos oportunidades.
Es cierto lo que decía el sabio. Los hombres no han conocido mejor forma de avanzar, de resolver los problemas y entenderse que la política democrática, la sociedad liberal de derecho. Aunque éste sea el mejor de los sistemas, exceptuando todos los demás.
Hoy día, en que las posiciones ideológicas e identitarias han dejado sólo al nacionalismo como reducto decimonónico. Cuando izquierda y derecha se ha diluido en un caldo de indeferencia, es preciso rescatar la audacia de la esperanza.
El ciudadano busca, desesperado, respuestas. Los líderes políticos se ausentan de las visiones de Churchill, Monet y Ortega, parecen evidenciar que sólo hoy importa, desechando el mañana, como el Ministro Corbacho, para el que venga trague con el marrón. Es una pena.
En mi humilde opinión, en éste estado de cosas, se ha acabado una forma inexpugnable de hacer política. Las castas como los viejos pingüinos, vociferan que cualquier tiempo pasado fue mejor, inmóviles sobre un iceberg que se diluye lentamente en el océano. Son las masas las que determinan finalmente las grandes evoluciones. Y predomina la moral utilitarista y liberal.
El ciudadano no quiere que los políticos, a los que entiende como despilfarradores e ignorantes, gestionen sus impuestos, por ende, se rebelan a pagarlos. Aflora el fraude fiscal, la desidia y el desorden y surge el caos. Establecen que “no es justo”.
¿Es posible cambiar ésta imperante concepción de la justicia?
No han sido pocos los que han teorizado sobre tales argumentos. Desde J.Stuart Mill hasta Rawls, y tras su estela, Nozik, han derivado en una deconstrucción del principio de justicia en las sociedades modernas.
Parece evidenciarse que el ciudadano no pide que gobiernen los filósofos, como mantenía Platón, ni siquiera solicita, tristemente, que lo hagan los mejores, como prefería Ortega. Únicamente auspicia que exista la eficiencia en la gestión pública, convivir en una sociedad libre y en paz, amén de tener cierta seguridad en el futuro. Esta tesis se acerca a la defendida por Ralph Dahrendorf hace veinte años, y sigue vigente.
Parece evidenciarse que es preciso un utilitarismo ético: partiendo de la base que la acción gubernamental debe proporcionar el mayor bienestar para el mayor número y que el ser humano no es infalible y no aprende más que de los errores, se propone una gobernanza eficiente y ética. Un sistema político que merite a los mejores, que premie por encima del resto al esfuerzo capaz y útil, a la audacia. Y que, al tiempo, teja una red por debajo de la cual no puedan caer los que se han quedado en la retaguardia.
No una red de subsidios, sino de soluciones. Una herramienta caritativa con los incapacitados: ancianos, minusválidos, desamparados…En un sistema que deslegitime al superviviente estatal. En definitiva, una sistema que permita que cada cual pueda prosperar sin más límites que los que le han sido conferidos por su talento.

lunes, 20 de septiembre de 2010

NI MARX, NI JESÚS


Permítanme trivializar con el famoso ensayo de Revel, no pretende ser éste un alegato apolillado, ni tan siquiera un panfleto, veamos.
Han caído todos los muros para la izquierda. Ideologizada para crear un hombre nuevo que nunca llegó, se ha dejado por el camino el trabajo, la coherencia y el discurso. El enroque de la izquierda ya no se soporta más, a la falacia de una sociedad igualitaria se le han caído los pantalones, y han quedado las vergüenzas al descubierto.
Los que se apropiaron de la palabra libertad, los que esgrimieron el progresismo como prefacio de la bienaventuranza y construyeron un muro inexpugnable entorno al concepto social están sencillamente deslegitimados.
El socialismo ha pasado a enarbolar la proclama cristiana de “ganarás el pan con el sudor de tu frente”, al “te ganarás el pan, con el sudor de el de enfrente”. De defender el avance social de los trabajadores, a imponer la supremacía de los derechos históricos y de las lenguas, por encima de los derechos individuales. Es el PP el que defiende la unidad de Caja y del Sistema Público de Seguridad Social. Si el progresismo es aquel modelo que posibilita que un mayor número de personas alcancen más efectivas cotas de libertad y prosperidad, el modelo no es el de la izquierda, sino el que defiende el Partido Popular. La izquierda ha provocado un insoportable sufrimiento en nombre de hermosos ideales. Ha abrazado al nacionalismo como socio y ha hecho de la sensatez una excepción y de la normalidad democrática, un desafío contra cualquier región “milenaria”.
En definitiva, frente a éste cúmulo de despropósitos es preciso desdibujar la falacia de la izquierda. Portadora de una manera de gobernar en el concubinato, con la mediocridad como proclama y la miseria en el resultado.
Es necesario contraponer al ideal cerrado de las ideologías, los principios y valores de la democracia liberal. A la mediocridad, ejemplaridad. A la desidia, esfuerzo y sacrificio. Ya decía el poeta que podían cortar algunas flores, pero jamás detener la primavera.

martes, 14 de septiembre de 2010

ESTUDIAS O TRABAJAS????

Atrás ha quedado la frase que ha hecho posible millones de historias de amor, deslices y amistades en éste país:¿ Estudias o trabajas?. Desde hoy, avivar el seso es lo que se impone en la árdua tarea de romper el hielo e iniciar una conversación que llegue a buen puerto. Por que ése estudias o trabajas ha muerto Y es que el socialismo es así: ni estudias ni trabajas.

Los últimos datos del informe de la OCDE para España, en lo que a la juventud se refieren son escalofriantes, más de 19,4% de los jóvenes entre 20 y 24 años en España está en paro y no estudia, son los denominados ni-ni, a los que hay que añadir más de un 45% de tasa de desempleo en Baleares. En una década hemos pasado de los jóvenes aunque sobradamente preparados JASP, a los Ni-Ni. En un suspiro la generación que nació en democracia y comenzó a caminar, en libertad, de la mano de la Constitución ha visto truncadas miles de esperanzas y anhelos. España lidera la tasa de desempleo juvenil, doblándola, de la Unión Europea.

De forma paralela, el informe constata que el esfuerzo que los jóvenes titulados superiores españoles deben realizar para encontrar un empleo en el rango de sus estudios es justo el doble de la media de la Unión. Al parecer, trabajan por debajo de sus posibilidades. Éste es el triste escenario que nos deja el periodo 2000-2008.

La educación se ha infravalorado, se ha despreciado el mérito y el esfuerzo de los mejores, para la adecuada progresión del joven, con el capital de sus conocimientos como herramienta que le convierten en individuo libre e independiente. No se ha tenido el valor de encauzar un problema, simplemente se ha subsidiado. Es un ejemplo vivo de socialismo, nunca se había dispuesto de un presupuesto tan cuantioso y jamás se había despilfarrado mejor.

Es necesario premiar el talento, aupar a los emprendedores, motivar a los que desfallecen y restituir el mérito del trabajo, de la emancipación, la independencia como sustento de un proyecto vital inherente a cada persona. Debemos ser capaces de posibilitar aquel sueño que haga que cada joven pueda progresar sin más limitaciones que las que le ha impuesto su talento.

Nos rebelamos a ver a miles de jóvenes excluidos, sentados al borde del camino de su historia. Y es que nadie en estos años ha llamado a los jóvenes para un propósito ejemplar, ni los ha convocado para nada. Y si ninguno lo ha hecho, es lícito que alguien lo haga. Yo propongo que desde hoy lo hagamos nosotros, los que no se resignan, inasequibles al desaliento.



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lunes, 31 de mayo de 2010

Levanta España!!

Que nos gobiernen los filósofos, espetaba Platón. Yo, como Ortega, no aspiro a tanto, únicamente aspiro a que no nos gobiernen los menos capaces. Que España está en crisis no es una noticia original, la abulia política no queda atrás y la esperanza en un futuro inmediato no se atisba en el horizonte del español medio, luego hay oscuridad.

La profesión política tiene éstas cosas, una palabra del legislador-político de turno y miles de personas a "bailar el agua". Ése es precisamente el mandato representativo de nuestro sistema parlamentario, que adolece a juicio de la opinión pública. de un problema de concepción de la realidad. La clase política española bien merece una regeneración. Fíjese el avezado en que, los mismos que en su día firmaron las Cortes Constituyentes del 78, los mismos que gobernaron las riendas del futuro ibérico son hoy los que toman las decisiones. Existe una falla entre la España real y la España oficial, que no se ve, que no se mira en su clase política.

La despreocupación del "todos son iguales" nos trae a colación, también, un elemento más generador de desconfianza. La política o cambia las cosas o no es política. Y vaya que si han cambiado las cosas desde el zapatazo de 2004. Y es que la falta de conciencia cívica, la carestía de sentimiento crítico, la facilidad de la televisión ha hecho que este "de abrazo en abrazo, de risa en risa" del gobierno socialista que cantara el gran Julio, sea una imagen fiel de las consecuencias de la delegación total hacia la postura maquiavélica de la incompetencia.

La sociedad civil española es mucho más capaz que sus gobernantes, los profesionales jóvenes son los que poseen la mayor preparación de la historia de nuestro país. No es fácil animarse y dedicarse a la cosa pública: judicialización, guerra sucia, incompetencia a raudales, mala imagen...Cómo van a valorarse las virtudes de aquellos que, como decía Benini, se dedican al oficio de Dios....servir a los hombres.

Audacia, obstinación y renovación son las herramientas del progreso social. El sistema publico administrativo español necesita reformas y jamás hemos conocido mejor sistema para entendernos que ésta democracia, digan lo que digan. Democracia sí, pero con cauces de control, con implicación y eficiencia. Nunca tan pocos habían hecho tanto daño a tantos...

Pero la oscuridad de la noche sólo nos recuerda que, más temprano o más tarde, alcanzaremos la luz del día y de un nuevo amanecer. Levanta España!!!